viernes, 21 de febrero de 2020

Actividades deportivas y juegos electrónicos



Desde su infancia se observaba que Sebastián no tenía mayor habilidad para los deportes físicos y de competencia. Ya he relatado su incursión en natación cuando las hojas e insectos interrumpían su camino y aunque era seguro ganador de la competencia en su categoría, el prefirió detenerse antes que entrar en contacto con aquellas “cosas extrañas” que estaban en la piscina. Al final nos retiramos de los entrenamientos y nos conformamos que ya supiera sobrevivir en una piscina.
También ya hice  referencia a su incursión en baseball. Su madre lo inscribió en la categoría menor de una escuela de baseball. La escuela muy buena pero no fue de interés de Sebastián quien se concentraba en su mundo sin interesarse en buscar  y atrapar la pelota ante una jugada, o percatarse de la posibilidad de recibir un pelotazo Asistió como dos semanas y luego ante el peligro de que sufriera un accidente, optamos por no llevarlo más. Los profesores tampoco nos insistieron ya que a ellos solo les interesa desarrollar a los peloteritos potenciales y los casos especiales sin interés, no cabían allí.
El fútbol formó parte de mi vida. Jugué todas las categorías incluso hasta los llamados veteranos. Tuve buen dominio del deporte y formé parte de la selección de mi pueblo para enfrentarnos a otras selecciones. Jugué contra el Cúcuta Deportivo del Norte de Santander, Colombia, y contra la selección Táchira. Fuerte lesiones me obligaron a dejar la práctica activa. Mi primer hijo Rubén Daniel lo coloqué en equipos de football pero no mostró habilidad para el mismo y luego no practicó ningún deporte, por lo menos que yo sepa. Mi segundo hijo Miguel Daniel si tenía madera de futbolista, entendía el juego y tenía una zurda potente. Tuvo la mala suerte de no caerle bien al entrenador y se cambió para baseball. En este deporte era un jugador regular, y  se deprimía en pleno juego si  cometía algún error, que a su vez le hacían cometer otros errores, y terminaban sacándolo del juego por nerviosismo. Finalmente se retiró de la práctica formal.
Yo pensé que el Fútbol era un buen deporte para Sebastián, considerando mi experiencia y amor por este deporte, y si la genética estaba en él, yo podría enseñarle mucho. Cuando fui a la academia los muchachos de su edad ya volaban. Ya tenían uno o dos años practicando el deporte. Mi experiencia me decía que allí no tendría mucha oportunidad salvo  en los entrenamientos. Aun así empezó las prácticas y al igual que su incursión al baseball, no prestaba mucha atención a las instrucciones del entrenador, y ellos pues no tienen mucha paciencia para casos individuales o especiales. Los días que no tenía entrenamiento yo iba con él a una cancha y lo entrenaba.  Dominio de la pelota, correr con la misma, driblar y esquivar objetos fijos, jugar contra mí, disparos a puerta, cabecear  la pelota, etc. Luego de varias semanas, me convencí que él no podría seguir en la academia y menos formar parte del equipo. Así que lo retiré y nos quedamos con los entrenamientos personales, más como ejercicio, recreación y compartir, que como práctica formal del deporte.
En un período vacacional la madre decidió que Sebastián debería practicar Basketball El hermano mayor por parte de su mamá, lleva este deporte en la Sangre. A Sebastián se le inscribió en la mejor academia de Araure. Allí asistían muchachos de varios estratos sociales, con el interés natural de practicar el deporte. Algunos parecían pequeños profesionales aunque también había algunos niños que estaban empezando y eso nos animó a que aprendiera este juego colectivo. Sin embargo como siempre era más el interés de los padres de Sebastián que el de él. Mientras que los niños nuevos avanzaron, él se iba quedando. Aun así el entrenador le daba minutos de juego en los partidos pre-temporada, pero se notaba mucho que el solo corría por correr, mas no por la dinámica del juego. Finalmente ya era muy poco lo que participaba en los juegos y no lo llevamos más a las prácticas, y hasta ahí duró la práctica de Basketball.
La práctica del Tenis y el Ping Pong terminaron con el mismo final. Allí yo decidí que Sebastián no había nacido para hacer deportes físicos y que posiblemente su condición especial Asperger, influirían en su desenvolvimiento  y en el poco interés en hacer deporte de competencia. Años más tarde las investigaciones que realicé sobre este síndrome me confirmaron mis apreciaciones. Si el lector lee los Spots ya publicados, correspondientes a la explicación sobre qué es la condición especial Síndrome de Asperger,  encontrará que coincide plenamente.
En casa de su mamá su hermano Cesar Ricardo era fanático de los juegos electrónicos. De esta forma el heredó las diversas generaciones del Playstation. Muy rápido dominó estos juegos y más nos tardábamos en comprar un nuevo juego, que él en hacerse experto. Las competencias con Cesar y Dana,  con juegos multiusuario eran frecuentes. La generación Nintendo y los DS, también estuvieron  a la orden del día y llegó a dominar todos los niveles de don Mario. Por otra parte, en una presentación en el Museo de Arte, rifaron un Nintendo WII y tuvimos la suerte de ganarlo, y él se dedicó a esa consola y a cada uno de los juegos que traía, y luego en cada salida semanal compraba uno nuevo,  menos mal que no tenían que ser originales, ya que el equipo lo permitía. Finalmente se dedicó al Playstation III que heredó de su hermano Cesar Ricardo,  quien a su vez le iba regalando la última generación de juegos que salían al mercado para esa consola, e igualmente superó todos los retos de la mayor de esos juegos.
Finalmente tuvo su propia Laptop, también regalo de su hermano Cesar Ricardo,  la cual originalmente la usaba para hacer los trabajos del colegio, pero luego fue descubriendo que podía obtener información a través de Internet, sobre su pasión: los Comics. De esta forma adquirió profundos conocimientos sobre esta área, lo cual sigue haciendo aún hoy en día, llevando su pasión hasta el extremos de estudiar dibujo con tutoriales de YouTube y de esta forma representar cada uno de los personajes de las tiras cómicas digitales y del cine. Su hermano Cesar lo apoyo con Netflix que usa más para ver los Trailers que las proyecciones cinematográficas, las cuales prefiere que vayamos al cine, actividad a la que desde muy niño lo he acompañado, y hemos visto los estrenos, secuelas, pre-cuelas, trilogías, series y no sé cuántos nombres más que el domina a la perfección, todo alrededor del mundo de los Comics y relacionados. En Sebastián lo electrónico y el Cine prevaleció sobre lo demás.

1 comentario:

  1. Los videojuegos se volvieron parte de mi vida instantaneamente, y no paraba de jugar. Cuando Cesar mi hermano) me prestó su PS3, me encantó los juegos que compró para ello.

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