Desde
su infancia se observaba que Sebastián no tenía mayor habilidad para los
deportes físicos y de competencia. Ya he relatado su incursión en natación
cuando las hojas e insectos interrumpían su camino y aunque era seguro ganador
de la competencia en su categoría, el prefirió detenerse antes que entrar en
contacto con aquellas “cosas extrañas” que estaban en la piscina. Al final nos
retiramos de los entrenamientos y nos conformamos que ya supiera sobrevivir en
una piscina.
También
ya hice referencia a su incursión en
baseball. Su madre lo inscribió en la categoría menor de una escuela de
baseball. La escuela muy buena pero no fue de interés de Sebastián quien se
concentraba en su mundo sin interesarse en buscar y atrapar la pelota ante una jugada, o percatarse
de la posibilidad de recibir un pelotazo Asistió como dos semanas y luego ante
el peligro de que sufriera un accidente, optamos por no llevarlo más. Los
profesores tampoco nos insistieron ya que a ellos solo les interesa desarrollar
a los peloteritos potenciales y los casos especiales sin interés, no cabían
allí.
El fútbol formó parte de mi vida. Jugué todas las categorías incluso hasta los
llamados veteranos. Tuve buen dominio del deporte y formé parte de la selección
de mi pueblo para enfrentarnos a otras selecciones. Jugué contra el Cúcuta
Deportivo del Norte de Santander, Colombia, y contra la selección Táchira.
Fuerte lesiones me obligaron a dejar la práctica activa. Mi primer hijo Rubén
Daniel lo coloqué en equipos de football pero no mostró habilidad para el mismo
y luego no practicó ningún deporte, por lo menos que yo sepa. Mi segundo hijo
Miguel Daniel si tenía madera de futbolista, entendía el juego y tenía una
zurda potente. Tuvo la mala suerte de no caerle bien al entrenador y se cambió
para baseball. En este deporte era un jugador regular, y se deprimía en pleno juego si cometía algún error, que a su vez le hacían
cometer otros errores, y terminaban sacándolo del juego por nerviosismo.
Finalmente se retiró de la práctica formal.
Yo
pensé que el Fútbol era un buen deporte para Sebastián, considerando mi
experiencia y amor por este deporte, y si la genética estaba en él, yo podría
enseñarle mucho. Cuando fui a la academia los muchachos de su edad ya volaban.
Ya tenían uno o dos años practicando el deporte. Mi experiencia me decía que
allí no tendría mucha oportunidad salvo en los entrenamientos. Aun así empezó las
prácticas y al igual que su incursión al baseball, no prestaba mucha atención a
las instrucciones del entrenador, y ellos pues no tienen mucha paciencia para
casos individuales o especiales. Los días que no tenía entrenamiento yo iba con
él a una cancha y lo entrenaba. Dominio
de la pelota, correr con la misma, driblar y esquivar objetos fijos, jugar
contra mí, disparos a puerta, cabecear
la pelota, etc. Luego de varias semanas, me convencí que él no podría
seguir en la academia y menos formar parte del equipo. Así que lo retiré y nos
quedamos con los entrenamientos personales, más como ejercicio, recreación y
compartir, que como práctica formal del deporte.
En
un período vacacional la madre decidió que Sebastián debería practicar Basketball El hermano mayor por parte de su mamá, lleva este deporte en la Sangre. A
Sebastián se le inscribió en la mejor academia de Araure. Allí asistían
muchachos de varios estratos sociales, con el interés natural de practicar el
deporte. Algunos parecían pequeños profesionales aunque también había algunos
niños que estaban empezando y eso nos animó a que aprendiera este juego
colectivo. Sin embargo como siempre era más el interés de los padres de
Sebastián que el de él. Mientras que los niños nuevos avanzaron, él se iba
quedando. Aun así el entrenador le daba minutos de juego en los partidos pre-temporada, pero se notaba mucho que el solo corría por correr, mas no por la
dinámica del juego. Finalmente ya era muy poco lo que participaba en los juegos
y no lo llevamos más a las prácticas, y hasta ahí duró la práctica de Basketball.
La
práctica del Tenis y el Ping Pong terminaron con el mismo final. Allí yo decidí
que Sebastián no había nacido para hacer deportes físicos y que posiblemente su
condición especial Asperger, influirían en su desenvolvimiento y en el poco interés en hacer deporte de
competencia. Años más tarde las investigaciones que realicé sobre este síndrome
me confirmaron mis apreciaciones. Si el lector lee los Spots ya publicados, correspondientes
a la explicación sobre qué es la condición especial Síndrome de Asperger, encontrará que coincide plenamente.
En
casa de su mamá su hermano Cesar Ricardo era fanático de los juegos
electrónicos. De esta forma el heredó las diversas generaciones del Playstation.
Muy rápido dominó estos juegos y más nos tardábamos en comprar un nuevo juego, que él en hacerse experto. Las competencias con Cesar y Dana, con juegos multiusuario eran frecuentes. La
generación Nintendo y los DS, también estuvieron a la orden del día y llegó a dominar todos los
niveles de don Mario. Por otra parte, en una presentación en el Museo de Arte,
rifaron un Nintendo WII y tuvimos la suerte de ganarlo, y él se dedicó a esa consola y a
cada uno de los juegos que traía, y luego en cada salida semanal compraba uno nuevo, menos mal que no tenían que ser originales, ya
que el equipo lo permitía. Finalmente se dedicó al Playstation III que heredó
de su hermano Cesar Ricardo, quien a su
vez le iba regalando la última generación de juegos que salían al mercado para
esa consola, e igualmente superó todos los retos de la mayor de esos juegos.
Finalmente
tuvo su propia Laptop, también regalo de su hermano Cesar Ricardo, la cual originalmente la usaba para hacer los
trabajos del colegio, pero luego fue descubriendo que podía obtener información
a través de Internet, sobre su pasión: los Comics. De esta forma adquirió
profundos conocimientos sobre esta área, lo cual sigue haciendo aún hoy en día,
llevando su pasión hasta el extremos de estudiar dibujo con tutoriales de
YouTube y de esta forma representar cada uno de los personajes de las tiras cómicas
digitales y del cine. Su hermano Cesar lo apoyo con Netflix que usa más para ver
los Trailers que las proyecciones cinematográficas, las cuales prefiere que
vayamos al cine, actividad a la que desde muy niño lo he acompañado, y hemos
visto los estrenos, secuelas, pre-cuelas, trilogías, series y no sé cuántos nombres más
que el domina a la perfección, todo alrededor del mundo de los Comics y
relacionados. En Sebastián lo electrónico y el Cine prevaleció sobre lo demás.
Los videojuegos se volvieron parte de mi vida instantaneamente, y no paraba de jugar. Cuando Cesar mi hermano) me prestó su PS3, me encantó los juegos que compró para ello.
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