Llega a mi vida
Sebastian Daniel Orduz Orsini, por mi tercera relación formal, esta última
con Eva Maribel Orsini Rodríguez. Una vez que el eco nos mostró la
imagen de su presencia en el vientre materno, empecé a pensar la forma de dar a
conocer la información a las personas más cercanas a mi vida en ese momento.
Sin embargo no encontraba la manera de que mis hijos mayores fueran los
primeros en estar informados. Decidí enviarle un correo a Rubén Daniel,
que vivía fuera del país y es el mayor. Mi segundo hijo Miguel Daniel se
enteró porque leyó el correo enviado, ya que conocía las claves de acceso a mis
instrumentos de comunicación. La expresión de su cara lo dijo todo, no dijo
nada pero entendí que estaba sorprendido y confundido, no esperaba tener un
hermano menor. Se había acostumbrado a ser el hijo menor. El tiempo se ha
encargado de matizar esos sentimientos y ha estado en los momentos importantes
de Sebastián, apoyando con su presencia en los actos culturales, festivales de
danza y en las presentaciones con la orquesta sinfónica de la ciudad, así como
también asistía a las celebraciones de sus cumpleaños. Cuando íbamos de visita
a su casa, no le molestaba dejarle el cuarto principal, al cual, luego de medio
saludar, pasaba directo a ver televisión. Mi nuera Marielys y
mi nieta Marielisa mantuvieron siempre una linda relación con
Sebastián. Dada la difícil situación económica que tenemos en Venezuela, Miguel
Daniel ha mantenido constantes aportes económicos de apoyo, a lo largo de los
años que ha estado en la diáspora.
Cuando Rubén
Daniel recibió el correo con la información, me contestó muy contento.
Él ya sabía lo que era tener un hermano por parte de padre y lo aceptó de
inmediato. Una vez que nació Sebastián, Rubén estuvo pendiente, aunque no tenía
muchos ingresos, se la ingeniaba para enviarle recursos a su hermano, y en los
correos siempre preguntaba por él. Esto se ha mantenido hasta la presente
fecha, si bien yo lo mantengo informado de los progresos académicos de su
hermano, sus comentarios son siempre muy breves, concretos y positivos; ha
mantenido hasta ahora, un programa de apoyo económico, reflejando su
preocupación por la complicada situación que se vive en Venezuela. Solo conoce
a Sebastián por fotos y comunicación electrónica, ya que no hemos podido
reencontrarnos desde que dejó el país, en busca de convertir en realidad, sus
sueños. Tampoco Sebastián conoce a sus sobrinos, los hijos de Rubén Daniel no
obstante, siempre le he hablado sobre el entorno familiar de su hermano Rubén.
Ellos intercambian saludos a través de medios electrónicos.
César Ricardo es su hermano
mayor por parte de su mamá. Él le había dicho a su mamá que no fuera a quedar
embarazada, posiblemente no quería más hermanos, ya que tenía una hermana. Sin
embargo aceptó a Sebastián desde antes de su nacimiento y durante los últimos
dieciocho años hasta la fecha, 2019 ha sido muy especial con él. Aun con la
diferencia de edad, llegó el momento cuando compartieron vídeos juegos, algo de
deportes, películas y viajes, incluso viajes al exterior. Cada vez que regresaba
de fin de semana o de vacaciones de la universidad, compartía con él buenos momentos.
Ocasionalmente mantienen largas conversaciones telefónicas, y Cesar Ricardo
está pendiente de enviarle desde el exterior, presentes de mucha utilidad sobre
todo zapatos. Le tiene ofrecido para el 2020, un viaje a Europa. Sería el
primer viaje solo de hermanos.
Dana Maribel Canelo Orsini, es su
hermana materna, y es con quien más compartió hasta los 16 años, por estar
viviendo bajo el mismo techo desde niña, y cuando la madre y mi persona nos
separamos, ella alternaba mi casa y la de su mamá y por supuesto mayor tiempo
de contacto entre ellos. En los primeros años viajábamos mucho y siempre Dana
nos acompañaba y me ayudaba a cuidar a su hermano. Igual relación tenían en casa
de la madre. En resumen, crecieron juntos. Desde que Dana Maribel se fue al
exterior llevó al mínimo su relación con Sebastián.
Dilia Rodríguez es su abuela materna.
Se enteró del embarazo de su hija, aunque ya ésta contaba 36 años, cuando el
abdomen se pronunció evidentemente. Obviamente no fue del agrado este tercer
embarazo de Maribel, pero luego fue paulatinamente aceptando la realidad, y si
bien no mostraba gran alegría por el acontecimiento, tampoco rechazó el hecho.
Según me comentó Maribel, su mamá había tenido la misma actitud con los dos
hijos mayores. Quizás con este último estaba la preocupación adicional por
muchas circunstancias que rodearon el embarazo y que no mencionaré en el
presente blog. Sin embargo para ella, su nieto especial es Cesar Ricardo. Vivimos
algún tiempo en casa de la abuela Dilia.
Su abuelo
materno, Rafael Orsini, ya tenía otro hogar cuando llega
Sebastián, así que no tuve la oportunidad de saber lo que pensó por la llegada
de este nuevo nieto. Ocasionalmente le visitamos y siempre su familia fue muy
atenta con nosotros, y los tíos de Sebastián de esa camada, en especial
Kimberly, le ofrecieron mucho afecto, aunque los contactos eran y son muy
distanciados.
Sus tíos
maternos José Rafael y Cesar Augusto le han brindado siempre
su afecto, en especial Cesar Augusto, a cuyo hogar nos desplazábamos en
períodos de vacaciones y disfrutábamos mucho. Hoy en día casi no ve a sus tíos.
Sebastián no pudo
disfrutar de sus abuelos paternos. Mi madre Ana Paulina Orduz, ya
había fallecido y mi padre no se presentó para mi nacimiento,
así que no pude hacerle conocer a mis hijos. Mi hermana Magaly Campos
Orduz, ha tenido una relación muy esporádica con Sebastián, ya que después de
la muerte de mi madre, el contacto se ha ido perdiendo.
Corresponde conocer
un poco de Eva Maribel Orsini Rodríguez, la afortunada madre
de Sebastián. Llega al embarazo ligeramente pasada de la edad considerada
límite para tener nuevos hijos. Profesionalmente estaba muy bien como directora
de la zona de Araure, en representación de una empresa internacional.
Obviamente que el primer pensamiento giró en torno a un embarazo con riesgo
genético, por lo que se conocía acerca del síndrome de Down. A eso se sumaba
que yo rondaba los 51, lo cual añadía mayor probabilidad al evento. Luego de
muchas conversaciones Eva Maribel asumió el reto de traer a este mundo su nuevo
hijo, y pienso que en el fondo de todo ella quería tener un último hijo. Fue
tal la decisión que tampoco se realizó el análisis del líquido amniótico, y se
adquirió el compromiso de que se aceptaría como viniera. Cada visita al gineco-obstetra
implicaba, por una parte el control, y por la otras el recordatorio al médico,
que no olvidara ligarla, no habría de correr el riesgo de un nuevo embarazo.
Maribel tuvo un embarazo muy sano, trabajó todos los días, y aun con tremenda
barriga, un día antes de ir a la clínica para hacerse cesárea segmentaria,
estuvo laborando en la calle, puerta en puerta hasta la 9 de la noche. A las 3
de la tarde del dos de marzo del dos mil uno, nació Sebastián, en general
muy sano, pero con la bilirrubina muy alta, lo que nos llevó a dar carreras,
cuyos eventos ya han sido descritos anteriormente.
Al momento de este
escrito Eva Maribel vive en el exterior y mantiene su apoyo económico para su
hijo, ingresos logrados con gran sacrificio pero plenamente justificados por el
bienestar y estudios universitarios. Sebastián quiere mucho a su mamá y
sabe de los grandes esfuerzos para ayudarlo, pero debo estar siempre
recordándole que le envíe mensajes y que le demuestre su apoyo sentimental. A
veces me sorprende cuando tenemos alguna situación difícil y me indica casi
como una orden, que no se lo comente a su mamá. Pareciera que filtra las
cosas importantes de las irrelevantes. La madre lo llama constantemente.
Considero necesario
destacar que no ha habido una estrecha relación con sus familiares, en parte,
por ser el único caso con alguna condición especial manifiesta, y eso trajo
como consecuencia que tanto su mamá como mi persona casi nunca lo dejáramos con
nadie, y en parte, porque en la medida que se fue manifestando la condición
Asperger, en esa misma medida fuimos desarrollando una sombrilla de protección
y quizá de sobre protección que se ha mantenido hasta la fecha.
Obviamente además de
los nombrados, Sebastián tiene mucha familia, tanto de mi parte como por parte
de su mamá, pero describirla escapa al objetivo de este trabajo. A muchos
familiares y amigos les llegará la información de la existencia de este blog; sé
que algunos lo abrirán por cortesía o curiosidad y quizás lleguen hacer
algún comentario. Otros leerán porque conocen algunas partes de la historia y
aquí podrán completarla. Sin embargo espero que pueda ayudar a quienes tengan
hijos o familiares con diagnóstico dentro del espectro autista, el camino de
atención a ellos es para toda la vida. Comenten, recomienden y pregunten.
Estaré atento a todos.
Dada la condición
especial Asperger de Sebastián, él no está consciente ni pendiente de su
historia. Este blog ha de servir para que él, cuando le sea necesario, pueda
establecer conexión con su pasado, con su entorno familiar más íntimo, y ojalá,
con la familia que aún no conoce. En la medida que he ido escribiendo, él ha
hecho algunos comentarios públicos, lo cual es una muestra de que si le
interesa su historia, tanto en aspectos que por supuesto no sabe, como aquellos
que no recuerda. Yo escribiré su historia hasta donde más pueda.
Tomó tiempo para poder abrirme con los demás, especialmente al resto de mi familia, lo cual fue importante porque eso me ayudaría a hacer amistades con los estudiantes de la escuela a la que iba.
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