Desde la educación primaria sus exposiciones siempre fueron muy brillantes, y en este último año se continuó utilizando sistema mapa conceptual y mapa mental, y se elaboraba una lámina de papel bond como apoyo para la defensa. Detrás de cada exposición un veinte o un diecinueve, y normalmente al salir de clases me hacía siempre una llamada a mi teléfono para informarme de los resultados, en este caso siempre positivos. Aunque él no lo manifestara, entendía que para mí era muy importante su éxito. Las dificultades más fuertes las encontró en matemática, física y química. Estudiaba con esmero todos los objetivos, resolvía todos los problemas y ejercicios que explicaban los docentes, consultaba en Internet nuevos problemas y actividades, vale decir, se preparaba muy bien. Sin embargo no pocas veces los resultados fueron frustrantes, para él y para mí. En algún examen de química se deprimió lo que no era usual, así que yo opté por hablar con la docente quien gentilmente me indicó que se equivocaba en algunos detalles. Sin embargo en el examen, en el cual más del 70% estuvo aplazado, incluido Sebastián, yo encontré que cada pregunta de esa prueba tenía errores del docente; resalte en rojo los errores y le dije a Sebastián que se lo entregara a la profesora para que repitiera la prueba. No era culpa de los estudiantes. Cuando terminó la jornada de ese día, le pregunté que había dicho la profesora y me dijo que no se lo había entregado, sin explicarme porque no lo había hecho. Repitió la prueba junto con los demás aplazados y obtuvo buena calificación. En matemática y física yo no podía ayudarlo mucho, tal como lo había hecho hasta el año anterior, por cuanto ya él sabía de esas áreas mucho más que yo. Sin embargo siempre le conseguía errores en la parte que llamamos la carpintería, sumas o restas mal calculadas, la omisión del signo negativo en alguna cifra y otros detalles que conducían a error en los resultados finales. Pero me daba dolor ver su lucha por salir bien, y sin embargo pese a los análisis secuenciales, inferencias y conclusiones, que hacía en los exámenes, sacaba muy baja la puntuación. Había rumores que los estudiantes que asistían a talleres pagados, que dictaban mismos profesores de las materias científicas, practicaban allí ejercicios similares al de los exámenes. Lamentablemente llevarlo a esas clases significaba más inversión de mi tiempo y dinero. Así que nos la jugamos con lo que podíamos y aprovechaba las pruebas de recuperación, así como algunos trabajos adicionales para mejorar las calificaciones bajas.
Así fue la lucha durante todo el quinto año, hasta el último día de actividades formales, Justo ese día debió presentar una evaluación de matemática y otra de física. Además debía entregar un problemario resuelto de matemática, parte del mismo lo resolvió en el colegio porque no había recordado que era para ese mismo día, y además, no tuvo tiempo de hacerlo en casa, pero como sabía mucho, se puso terminar ese trabajo y lo logró y me dijo que le había pedido ayuda al mejor de la clase. Igualmente ese día me enteré que había un problemario de física, el cual debía adquirir, resolver y entregar dentro de un tiempo prudencial. Él no se enteró de tal trabajo. Tampoco me había dicho que debía ensayar un baile grupal que formaba parte de la evaluación complementaria de varias asignaturas. Por la noche me informaron que debía llevar una vestimenta especial. A esa hora a buscar ese traje. Lo hice ensayar los pasos ya que no los ejecutaba bien. Había mucho pesimismo en el grupo, o estaban pensando en otra cosa, menos en resultados académicos. En el baile grupal también salió muy bien. Al mismo tiempo, debía entregar un informe de castellano sobre una obra de teatro, a la que debió asistir unas semanas antes, ya que un grupo profesional de la capital, vino a presentarla a todos las instituciones educativas de la zona de Acarigua-Araure, en un teatro de la ciudad. De esto si se enteró y me llamó para decirme que había un problema, debía hacer ese informe de la obra a la que había asistido y ya no recordaba nada. Le dije que ya lo resolveríamos. Aunque yo no había asistido a la obra, pero si la conocía, por la tarde de ese día, le organicé la información, y él debía transcribirlo, pero le dije que en la medida que lo fuera desarrollando debía recordar lo que él había visto en el teatro, y fuera incluyendo esa información. Así lo hizo y logró, no solo la máxima calificación sino que ese día, más nadie entregó ese informe. Dos puntos más no les importaban a sus compañeros. Bueno así era el mundo académico de Sebastián en esta etapa, siempre cumplió con todo y ocasionalmente mostró algún malestar por cansancio o estrés, que los superaba con alguna recreación.
Paralelamente desde el inicio del año escolar 2017-2018 empezaron padres, representantes y estudiantes, a organizar las actividades finales para la graduación. Como sabemos para otorgar los títulos hay un acto formal organizado por la institución educativa, y otras actividades de las cuales puede o no participar la institución. Incluso ya se contaba con un fondo desde cuarto año. Se realizaron sendas reuniones donde se hicieron propuestas. Unos querían fiesta, otros un viaje y algunos solo el acto. Se buscaron presupuestos y una reunión en la cual hubo más peleas que acuerdos, el grupo se dividió. Como había dos secciones, cada una decidió organizar su actividad, salvo el acto de grado, la caravana y la piscina nocturna, que sería común. Un grupo haría fiesta y otro se reuniría en una granja. Había que hacer aportes económicos periódicos para completar los presupuestos. Por supuesto que Sebastián no opinaba ni participaba en todo ese movimiento pro graduación. Le consulte y decidimos que solo asistiríamos al acto de grado. En noviembre del 2017 ya la inflación iba en ascenso y mis cálculos me indicaban que los presupuestos habría que inflarlos para que estuvieran acorde con el mes de julio del 2018. Mis proyecciones de ingresos y lo de la madre no cuadraban para obtener ese compromiso. Además, en mi opinión, la participación de Sebastián en una fiesta o en una granja, no haría diferencia y allí seguiría su patrón de comportamiento, con el cual se va a su mundo, aunque esté rodeado de sus compañeros. No era algo que para él fuera transcendental y que lo recordaría toda la vida. Sería una actividad más, y además en noviembre del 2017, él no manejaba a futuro el criterio de graduación, sino que estaba en 5to año y eso se le parecía muy importante. La terrible inflación del 2018 hizo que muchos padres no pudieran cumplir con lo acordado y se retiraron de los eventos, y se quedaron con la parte formal de la graduación, tal como yo lo había decidido antes para Sebastián
Diversificado fue, sin duda, la parte final del bachiller. Tuve que prepararme para lo que venía en TODAS las materias (especialmente matemáticas, química y física). Bien dificil.
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