En
octubre de 2017 inició el último año escolar de secundaria, también le
llamamos culminación de bachillerato, o culminación de la secundaria, y comúnmente todos
los padres decimos, que nuestros hijos están en quinto año, olvidando que legalmente
se trata del segundo año de educación diversificada, ya que el sistema
educativo venezolano comprende cuatro niveles y seis modalidades cuyas terminologías no
nos son familiares. En todo caso, nuevamente el inicio de la lucha para
mantener a Sebastián muy organizado y competitivo. Aplicar lo que se había
venido practicando en años anteriores: clase vista, clase estudiada; trabajos
asignados, trabajos investigados; plan de trabajo para organizar exámenes,
trabajos y exposiciones. ¡Anota todo lo que te digan en el salón! Al salir de
cada clase me llamaba para darme la información de las asignaciones y me pedía
que yo las anotara. A veces él registraba las tareas, otras veces no, y
como siempre se debía llamar a compañeros de clases para averiguar y aclarar
dudas. Ya en este año, tenía más confianza de hacer las consultas a sus amigos
él directamente, lo único que yo le decía era que no llamara siempre a los
mismos compañeros o compañeras de estudio, para que no se
fastidiaran. Algunos tenían paciencia, otros le contestaban que no sabían,
algunos no le contestaban, y siempre conseguía a alguien para informarle de algún
punto o deber específico que no había anotado.
Hasta
mediados del tercer trimestre de cuarto año él trabajó formando equipo con su
grupo que tenía desde segundo año. No obstante, surgen intereses personales de
sus miembros como el tener novia, salidas en grupo, fiestas, etc. Por
supuesto que Sebastián, no era invitado a estas actividades y finalmente lo apartaron
del grupo. En quinto año le dije a Sebastián que siguiera con su nuevo grupo y
que hiciera de director. Los muchachos que no tenían grupo eran estudiantes
inconstantes en sus deberes y poco les importaba faltar ese día o simplemente
no traer las asignaciones y los trabajos y lo más preocupante, sin haber preparado
sus exposiciones, Había hecho mucha amistad con otro joven, también con alguna
condición especial, y un poco apartado por sus compañeros, pero además no era
constante en el cumplimiento de asignaciones y muchas veces faltaba sin
ninguna razón, pero era muy inteligente y defendía bien sus puntos. Asumí
el reto de mantener los altos promedios de mi hijo aun sin un buen equipo.
El investigaba los temas en internet, les asignaba los puntos a cada
uno y cada quien debía llevar su parte escrita en el formato que correspondiera
para ensamblar el trabajo y graparlo en la institución, además de listo para la
exposición. Al principio no todos cumplieron y se decidió en trabajos
posteriores colocar los integrantes del equipo en el informe del trabajo, justo
en el colegio, y quien no llevara su parte no se colocaba y se pondría la
observación, “fulanito no hizo su parte”. El costo económico de los trabajos lo
asumían entre dos o tres integrantes porque tampoco los demás
aportaban, la mayoría de las veces solo David y Sebastián. Igualmente para
las exposiciones acordamos que se elaboraría una o dos láminas de
papel bond para el uso de todos, pero los costos de las láminas subieron y los
muchachos no colaboraban con los gastos, así que decidí que cada quien
preparara sus recursos para la exposición. Obviamente que David y Sebastián eran
los únicos que llevaban lamina para una mejor presentación de su trabajo y los
profesores la mayoría de las veces, solo calificaron el trabajo individual y no
el grupal, justo porque ya sabían lo que sucedía con los grupos. A pesar de
todo esto, a Sebastián nunca le preocupó si sus amigos colaboraban o no, a él
le era igual. Nunca les llamó la atención por irresponsabilidad en la entrega.
Me llamaba a mí para informarme que alguno no había cumplido y cuando le
preguntaba por el dinero para compensar los gastos, me indicaba que había
olvidado pedírselo. Su actuación ante las circunstancias fue por mi
influencia, para hacer que los otros muchachos se preocuparan por sus
trabajos y además que aportaran para los gastos incurridos, pero no porque a él
le pareciera que eso era relevante.
Dada
la difícil situación del país, los docentes dejaron de asistir a la
institución educativa para cumplir con sus labores; de la mayoría de las asignaturas
que debían cursar en este último año, solamente cinco o a lo sumo seis
fueron dictadas formalmente. En materias como castellano, e inglés, así
como las asignaturas creadas por decreto por el Ministerio de Educación, a
saber, Grupo Estable y Soberanía, no se encontraba profesor que las dictara. La
dirección de la institución ha debido ingeniársela para evaluar a los jóvenes
en éstas áreas. Bien avanzado el primer trimestre se iniciaron las actividades en
la materia Soberanía. Les dieron los contenidos a investigar para luego
defenderlos en plenaria de clase. Había una carga nacionalista en los
temas. Oriente a Sebastián hacia lo que el docente quería oír, y él captó la
esencia del trabajo. Preparó esas exposiciones manteniendo la posición
nacionalista que los venezolanos no podíamos aceptar que otro país pudiera
dictarnos pautas o invadirnos. A él le gustó esta posición y fundamentados en
la constitución vigente, defendió muy bien, obteniendo las máximas
calificaciones. Para el segundo o tercer trimestre el profesor no volvió. Para
otras materias sin profesor, prepararon trabajos especiales para poder "darles
una calificación”, y también para aquellos casos, cuando algún profesor se
desapareció, sin dejar calificaciones. Sebastián cumplió con lo que se le
pedía, y no pocas veces algún profesor contratado no volvía, perdiéndose todo
lo que los estudiantes habían preparado. En educación física y deportes
tuvieron como tres profesores y cada uno repetía los objetivos que había
desarrollado el profesor anterior. Fue un año realmente difícil y muchos
objetivos no fueron estudiados. Yo ahondé la docencia en la casa, para que
Sebastián llegara a la universidad, en condiciones de abordar esa nueva etapa.
Este fue un momento muy difícil para todos (incluyendome) por todo lo que mencionaste. Pero al menos logramos continuar, a pesar de la presencia del problema.
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