Por ser tema de actualidad mundial a partir del mes de marzo de 2020, voy a saltar los Spots correspondientes a los siguientes semestres que ha cursado en la universidad, para darle cabida a su vida diaria influenciada, por el tema del COVID 19 y la obligatoria cuarentena.
Empezaron a llegar noticias desde China acerca del CORONAVIRUS. Los habitantes de la ciudades de Acarigua y Araure del estado Portuguesa, donde vivimos Sebastián y yo, empezamos a seguir los acontecimientos a manera de corrillos en los centros públicos, entre ellos las panaderías. Fueron surgiendo los expertos que repetían como hacen los loros, aquellas informaciones y notas técnicas que aparecían en los medios sociales. Se hacían discusiones en base a la linea de reportaje que cada uno había leído sin llegar acuerdos. Las conversaciones quedaban pendientes hasta el siguiente día, donde cada persona interesada en el tema regresaba con un arsenal nuevo de información. Sin embargo la realidad era que nadie tenía una verdadera conciencia de la magnitud de lo que estaba sucediendo y de como nos podía afectar. Tímidamente voceros del gobierno fueron dando sus declaraciones y opiniones gubernamentales, pero no decían nada, que como dicen los entendidos, prendiera alarma en la población. En los centros de estudios, escuelas, Liceos, colegios privados y universidades de la zona, igualmente el personal docente los estudiantes hablaban de lo que pasaba en China, pero la vida escolar seguía su curso normal.
En la medida en que empezaron a difundir las noticias de las muertes en la ciudad china Wuhan, y aparecían todas las medida de protección tanto en China como en Japón empezamos como a tomar un poco mas en serio lo peligroso de este virus. Dejamos de estrechar las manos y de darnos besos en la mejilla, y saludarnos de lejitos. Esporádicamente alguien portaba algún tipo de mascarilla en la calle, así como personal de las clínicas y los bancos. En el Banco de Venezuela, la agencia de Araure fue la primera en instaurar el uso de guantes por los oficinistas de atención al público en las cajas, pero cumplían la instrucción a medias. En las largas colas para retirar efectivo, uno veía una que otra persona llevar mascarilla, y creo que era por otra indicación, y no por prevención por el CORONAVIRUS.
Cuando comienzan a llegar las informaciones desde Italia, España, Canadá y USA, y mas tarde Chile y Colombia, el gobierno nacional inicia los anuncios sobre la organización, para enfrentar las posibilidades de que nos lleguen personas al país, portadoras del virus. Colombia toma la iniciativa de cerrar las fronteras, lo cual molestó mucho al gobierno de Venezuela que elevó su voz de protesta, algo así como que los colombianos estaban exagerando. Empezaron a correr rumores que habían llegado personas de España y pasaron los débiles controles aeroportuarios, originando avisos por la radio, televisión y redes sociales para que esas personas se presentaran ante las autoridades sanitarias del país. La bola de nieve de la prevención se prendió en Venezuela y el presidente Maduro suspendió todas las actividades escolares. Como Sebastián y mi persona no vemos los canales nacionales, perdimos la cadena presidencial y por lo tanto no nos enteramos de las medidas especiales. En el transporte público me enteré, y le comenté a Sebastián, que posiblemente no tendría clases por los problemas con el CORONAVIRUS. Seguimos con nuestra rutina diaria, llegar a la panadería Tropipan a desayunar y tomar café y a las ocho nos dirigimos a UNEARTE ya que él tenía varios trabajos que entregar ese día. Como siempre me quedé a verlo entrar, pero se quedó en la puerta y después de unos diez minutos emprendió el regreso para informarme que habían suspendido las clases y que avisarían el retorno a clases. Traté de encontrar en el rostro de Sebastián alguna expresión de alegría o incomodidad por no tener clases. Por lo menos felicidad no reflejaba, y estaba muy serio. Había trabajado bastante y no podría entregar las asignaciones.
Dado que en los medios de comunicación se hablaba de cuarentena y también el presidente había hablado de suspensión laboral, nos fuimos a hacer las compras de aquellos artículos que yo sabía no se conseguían en la urbanización donde vivimos. Fuimos pasando por cada uno de los negocios y dispendios y adquiriendo productos perecederos y no perecederos. Él compró su ponquesito, en un negocio donde lo tiene consentido y ya es una constante su compra diaria. Todavía nadie portaba medidas de protección. Nosotros tampoco. Nos fuimos a casa y allí en el barrio, terminé de completar las compras. Calculé que algunos alimentos me durarían dos semanas y otros, lo no perecederos, mayor tiempo. Si se acentuaba la crisis y afectaba la línea de suministros podríamos soportar unos dos meses con lo que habíamos comprado, y estirando un poco hasta tres meses. Hablé con Sebastián sobre el significado de la cuarentena, lo que haríamos en ese período y las instrucciones adicionales sobre lo que el debía hacer en caso de que yo enfermara gravemente. El día 12 de marzo de 2020 iniciamos la cuarentena ordenada por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela.
Al día siguiente le di instrucciones a Sebastián que actualizara su plan de trabajo que está archivado su Drive de Google y que continuara haciendo los trabajos pendientes. No le hice mucha presión sobre el horario y numero de horas que debía dedicar diariamente por la incertidumbre en cuanto al número de días que estaríamos sin poder salir. Durante este período de cuarentena se duerme a las once treinta de la noche y lo despierto a las 10 de la mañana. Se levanta, va al baño y luego cumple una breve rutina de caminata dentro de la casa, se toma uno vaso de agua y procede a continuar con la preparación del desayuno que yo ya generalmente le he adelantado. Mientras desayuna ve sus programas favoritos en la televisión, y alrededor de las doce, se organiza para hacer los trabajos. Algunos profesores, antes de decretarse la cuarentena, ya habían asignado trabajos para ser entregados en determinadas fechas. Estas tareas y trabajos los tiene siempre registrados en "trabajos pendientes" en un archivo Word en Drive. El profesor de dibujo III con el cual aun no se habían reunido, organizó un grupo por Whatsapp y envió el programa a cumplir durante el semestre, y había actividades que se debían entregar antes del 30 de marzo. Él aplazó la ejecución de algunas otras tareas, para darle prioridad a dibujo III. Debía hacer tres dibujos, yendo en cada uno progresivamente, de lo real a lo abstracto, usando la técnica del grafito. Las muestras debía ser un animal, una planta y una cosa. El escogió a su mascota Oly; una planta que yo guardo de recuerdo de un trabajo que presentó en bachillerato; y un pote grande de plástico del talco borocanfor. Revisó la teoría recomendada por el profesor, realizó los trabajos, le hizo unas buenas fotos y las envió por el grupo de Whatsapp. Hoy 07 de abril aun el profesor no ha hecho ningún comentario, aunque los otros estudiantes no han enviado sus trabajos, siendo la fecha tope 30 de marzo.
Al terminar son dibujo III, se dedicó a los demás trabajos, uno de ellos, un trabajo teórico que debía enviar por e-mail, y dos dibujos, uno sobre el Cubismo y el otro sobre el Fauvismo. siguiendo los fundamentos técnicos de los principales representantes de estas corrientes de la pintura. Sobre las 3:30 PM almorzamos. El recoge todos sus materiales para colocar los platos, ya que su cuarto es integral, puede ver TV, trabajar con la computadora, dibujar, pintar, y dormir Durante el almuerzo ve vídeos o alguna de sus series favoritas. Sobre la cinco mientras saborea un café, continua sus trabajos personales. Dibujos de los Comics, que es su pasión. A las siete de la noche a mas tardar las 8 PM, inicia sus caminatas dentro de la casa. Camina ida y vuelta y pega saltos ocasionales en el recorrido, que pienso, va a golpear el techo. Esta rutina dura una hora y lo hace con el celular en la mano, escuchando música a través de los audífonos. Descansa una media hora y luego se sienta al teclado a practicar piano, práctica que conforme lo he citado, lo hace por obligación, aunque se concentra a cumplir la ejecución según las partituras. Pasa luego al bañarse, se viste y continua sus trabajos. Los interrumpe cuando le llevo una sencilla cena. Continua nuevamente hasta las 11:30 PM cuando le digo que es hora de dormir, porque si no lo hago, no se hasta que hora se quedaría despierto.
He descrito las actividades que ha cumplido Sebastian en esta cuarentena. No ha tenido tiempo de aburrirse, en parte porque ha tenido trabajos que realizar y en parte porque por su condición especial Síndrome de Asperger, a él le gusta estar en la casa, y siempre tiene algo que hacer.
El ha estado pendiente de los aspectos generales de prevención, al extremo que cuando salgo a la calle, el me dice que me cuide mucho, y al regresar me recuerda quitarme los zapatos en la puerta y luego se mete a su cuarto para que yo pase a la parte de atrás a cumplir el protocolo de prevención. Le conminé hacer una revisión sobre la Pandemia para lo cual debía seguir una guía que le entregué. Repentinamente empezó a reírse a carcajadas. Yo estoy acostumbrado a oírlo, pero esta vez salió y me invitó a ver lo que había encontrado: le causó sensación los Doodles de Google sobre los errores en la web sobre el CORONAVIRUS. En el siguiente Post aparece su investigación sobre COVID 19 a la cual le dio mucha importancia.
Al terminar son dibujo III, se dedicó a los demás trabajos, uno de ellos, un trabajo teórico que debía enviar por e-mail, y dos dibujos, uno sobre el Cubismo y el otro sobre el Fauvismo. siguiendo los fundamentos técnicos de los principales representantes de estas corrientes de la pintura. Sobre las 3:30 PM almorzamos. El recoge todos sus materiales para colocar los platos, ya que su cuarto es integral, puede ver TV, trabajar con la computadora, dibujar, pintar, y dormir Durante el almuerzo ve vídeos o alguna de sus series favoritas. Sobre la cinco mientras saborea un café, continua sus trabajos personales. Dibujos de los Comics, que es su pasión. A las siete de la noche a mas tardar las 8 PM, inicia sus caminatas dentro de la casa. Camina ida y vuelta y pega saltos ocasionales en el recorrido, que pienso, va a golpear el techo. Esta rutina dura una hora y lo hace con el celular en la mano, escuchando música a través de los audífonos. Descansa una media hora y luego se sienta al teclado a practicar piano, práctica que conforme lo he citado, lo hace por obligación, aunque se concentra a cumplir la ejecución según las partituras. Pasa luego al bañarse, se viste y continua sus trabajos. Los interrumpe cuando le llevo una sencilla cena. Continua nuevamente hasta las 11:30 PM cuando le digo que es hora de dormir, porque si no lo hago, no se hasta que hora se quedaría despierto.
He descrito las actividades que ha cumplido Sebastian en esta cuarentena. No ha tenido tiempo de aburrirse, en parte porque ha tenido trabajos que realizar y en parte porque por su condición especial Síndrome de Asperger, a él le gusta estar en la casa, y siempre tiene algo que hacer.
El ha estado pendiente de los aspectos generales de prevención, al extremo que cuando salgo a la calle, el me dice que me cuide mucho, y al regresar me recuerda quitarme los zapatos en la puerta y luego se mete a su cuarto para que yo pase a la parte de atrás a cumplir el protocolo de prevención. Le conminé hacer una revisión sobre la Pandemia para lo cual debía seguir una guía que le entregué. Repentinamente empezó a reírse a carcajadas. Yo estoy acostumbrado a oírlo, pero esta vez salió y me invitó a ver lo que había encontrado: le causó sensación los Doodles de Google sobre los errores en la web sobre el CORONAVIRUS. En el siguiente Post aparece su investigación sobre COVID 19 a la cual le dio mucha importancia.
Mi papá y yo íbamos a ver una película en el Llano Mall después de clases, pero cuando avisaron que ayer cerraron los negocios por el COVID-19, no tuvimos más opción que ir directo a casa, que logramos hacer sanos y salvos.
ResponderEliminar