Desde el 13 de marzo estamos siguiendo las instrucciones del gobierno nacional, acerca de los procedimientos a seguir durante la llamada cuarentena. En nuestro hogar no hemos cuidado al máximo y desarrollamos Sebastián y yo, un plan de trabajo diario, que nos aleja totalmente del aburrimiento o la tristeza. Conforme ya comenté en Post anterior sobre cuarentena, Sebastián está cursando cuatro materias de las siete que inscribió, a través de WhatsApp y el e-mail. No han exigido otras modalidades de trabajo virtual en UNEARTE, como las vídeo conferencia, ya que son pocos los estudiantes que tienen la tecnología para hacerlo. Los profesores han creado los grupos de WhatsApp y a través de ese medio han intercambiado la información y las evaluaciones, y también se han apoyado con los correos personales para enviar informes de mayor elaboración. Hasta hoy todo ha fluido bien. Sin embargo solamente dos profesores han llevado a cabalidad esta modalidad educativa, ya que los demás, o han sido inconstantes o no han utilizado esta modalidad y por lo tanto no se sabe que pasará con las evaluaciones, si perderán o no, esas materias.
Sebastián ha estado muy dedicado a sus trabajos. Ya tiene una rutina que la repite diariamente casi sin cambios y sin comentar que quiera algo del ambiente exterior. Se levanta en promedio a las diez de la mañana, pocas veces espontáneamente, la mayoría porque lo despierto. Después que lo llamo se queda en la cama otros diez minutos, lo que el llama "estirar el cuerpo". Se levanta va al baño y al salir me pide que lo bendiga, yo le digo !te bendigo hijo!..me da un beso, no por su propia iniciativa sino porque a esa hora estoy sentado tomando el desayuno y le muestro el "cachete" para que me bese, lo hace y una que otra vez me dice que me quiere mucho. Luego inicia dentro de la casa una caminata que dura entre 20 y treinta minutos, durante los cuales se mantiene en absoluto silencio, salvo que yo lo interrumpa. No se cuantas cosas pasan por su cabeza durante todo ese trayecto de idas y venidas entre el la sala, la cocina y el patio interno de la casa. Me imagino que deben ser muchas ideas corriendo por su cabeza porque su rostro es serio y muestra mucha concentración en ese mundo al cual no tengo acceso. Para desayunar normalmente ya tiene jugo en la nevera, café negro, y preparada la mezcla del día para rellenar el pan o las arepas, según disponibilidad. Generalmente alternamos, pan, arepas y ocasionalmente cuando dispongo de leche líquida preparo panquecas. El no se amilana con nada de lo que tenga para el desayuno. Todo le gusta así que pienso que yo cocino bien. Ocasionalmente el debe rayar el queso y rebanar el tomate según sea el desayuno. Ha aprendido que no puede comer nada frío sino que debe pasarlo por un calentamiento en el microondas. Ya tiene calculado los segundos que debe darle a cada alimento y cuando se requiera un tiempo diferente le doy las instrucciones adicionales al respecto. También le he dejado listo el jugo natural, generalmente de lechosa, o guayaba y ocasionalmente de parchita, según se consiga en la bodegas del barrio. Sirve el jugo en un vaso de vidrio, y guarda el resto del en la nevera para cuando se le agote el que sirvió, reponer en el vaso. Luego agarra el café y se prepara un mocachino, bebida de la que se ha hecho fanático pero únicamente en la mañana. Lleva todo a la mesa de su cuarto y como ya tiene adelantada la conexión al sistema de DIRECTV, ve sus programas favoritos mientras desayuna. (Esto sufrirá un cambio a partir del hoy 05/19/2020 intempestivamente la operadora suspendió el servicio en Venezuela). Se toma todo su tiempo para desayunar y se ríe en alta voz por las cosas graciosas que ve en sus programas, generalmente Chumy. Cuando termina de desayunar lleva los utensilios al lavaplatos. Sí yo he lavado los usados por mi, él lava los suyos, caso contrario le echa agua y los deja para que yo los lave. Luego de desayunar va al baño a cepillarse y hacer sus necesidades fisiológicas. Se lleva el celular y se instala allí hasta 45 minutos, lo que me lleva a pensar que se le olvida que está en el baño y siempre tengo que tocarle la puerta para apurarlo, y cuando sale le doy el discurso de siempre: tienes que mejorar esos tiempos de estar en el baño, esta es tu casa pero cuando vayas a otra los dueños se molestarán porque hay otros usuarios que quieren usar el baño! No es mucho lo que mejora con los discursos, y a veces pienso en obligarlo para que salga pronto, pero realmente lo que hago es recordarle cuando entra, que no debe demorar mucho, pensando que una presión pueda generar una evacuación incompleta.
Cuando sale del baño va y se encierra en su cuarto y se conecta a Internet y para continuar con la realización de los trabajos de la universidad, actividad que cumple sin levantarse hasta la 1:30 cuando va a la nevera y se come un cambur y lo acompaña con un vaso de agua. Sigue concentrado en su trabajo, pero yo escucho que frecuentemente emite sonidos los cuales los produce al aplaudir frente a su boca, mientras mueve la cabeza de un lado a otro. Ocasionalmente lo interrumpo para informarle algo o indagar sobre lo que esta haciendo y sus progresos. También le hago sugerencias sobre los dibujos que está haciendo que se ajusten al movimiento plástico que le están evaluando. Generalmente me hace caso y modifica sus proyectos. También le aviso que saldré a la calle hacer las compras. Es uno de los pocos momentos que expresa preocupación por mi integridad, ya que me dice:" papá cuídate mucho, tu sabes por lo de.... no llega a mencionar a que se refiere, es casi como las expresiones de los actores de la serie de Harry Porter, con el innombrable. Pocas veces se entera de la actividad de la calle porque casi siempre tiene los audífonos, salvo que sean ruidos muy altos o gritos de niños, entonces sale a verificar, y luego regresa a su trabajo. Sobre las cuatro de la tarde, lo mando a tomar el baño de sol. Se sienta en el patio externo frente al sol, en shorts y guarda-camisa además de su gorra. Está allí en promedio media hora, durante la cual va rotando su cuerpo para recibir sol en forma equitativa y asegurarnos que se desencadenan los pasos para la síntesis de vitamina D. Sobre las cinco de la tarde almorzamos, en la medida de las posibilidades y gracias a los aportes de la diáspora vamos alternando carnes, pollo, y pasta con salsa a base de sardina o carne, así como granos, estos preparados por Karen, una vecina que los cocina muy sabrosos. Casi todos los días acompañamos con plátanos, que pueden ser horneados o salcochados. En general se come todo lo que le preparo. Al arroz le añado los aliños verdes, y aunque los corte en trozos muy pequeños generalmente los aparta y a escondidas los desecha. Para que lo consuma completo, simplemente los licuo y esa salsa se la añado al arroz cuando aun no ha comenzado a evaporar el resto de agua. También ocasionalmente comemos papa que le gusta con la concha y salcochada y que las salcocho junto al pollo y estas toman el sabroso sabor del caldo. Luego se prepara el tradicional café marrón de la tarde, el cual toma en su cuarto viendo sus programas favoritos por Internet.
Cuando sale del baño va y se encierra en su cuarto y se conecta a Internet y para continuar con la realización de los trabajos de la universidad, actividad que cumple sin levantarse hasta la 1:30 cuando va a la nevera y se come un cambur y lo acompaña con un vaso de agua. Sigue concentrado en su trabajo, pero yo escucho que frecuentemente emite sonidos los cuales los produce al aplaudir frente a su boca, mientras mueve la cabeza de un lado a otro. Ocasionalmente lo interrumpo para informarle algo o indagar sobre lo que esta haciendo y sus progresos. También le hago sugerencias sobre los dibujos que está haciendo que se ajusten al movimiento plástico que le están evaluando. Generalmente me hace caso y modifica sus proyectos. También le aviso que saldré a la calle hacer las compras. Es uno de los pocos momentos que expresa preocupación por mi integridad, ya que me dice:" papá cuídate mucho, tu sabes por lo de.... no llega a mencionar a que se refiere, es casi como las expresiones de los actores de la serie de Harry Porter, con el innombrable. Pocas veces se entera de la actividad de la calle porque casi siempre tiene los audífonos, salvo que sean ruidos muy altos o gritos de niños, entonces sale a verificar, y luego regresa a su trabajo. Sobre las cuatro de la tarde, lo mando a tomar el baño de sol. Se sienta en el patio externo frente al sol, en shorts y guarda-camisa además de su gorra. Está allí en promedio media hora, durante la cual va rotando su cuerpo para recibir sol en forma equitativa y asegurarnos que se desencadenan los pasos para la síntesis de vitamina D. Sobre las cinco de la tarde almorzamos, en la medida de las posibilidades y gracias a los aportes de la diáspora vamos alternando carnes, pollo, y pasta con salsa a base de sardina o carne, así como granos, estos preparados por Karen, una vecina que los cocina muy sabrosos. Casi todos los días acompañamos con plátanos, que pueden ser horneados o salcochados. En general se come todo lo que le preparo. Al arroz le añado los aliños verdes, y aunque los corte en trozos muy pequeños generalmente los aparta y a escondidas los desecha. Para que lo consuma completo, simplemente los licuo y esa salsa se la añado al arroz cuando aun no ha comenzado a evaporar el resto de agua. También ocasionalmente comemos papa que le gusta con la concha y salcochada y que las salcocho junto al pollo y estas toman el sabroso sabor del caldo. Luego se prepara el tradicional café marrón de la tarde, el cual toma en su cuarto viendo sus programas favoritos por Internet.
Entre las siete y las siete treinta inicia una rutina de caminata dentro de la casa. Recorre toda la pequeña sala hasta mi micro oficina, va y viene, va y viene y luego empieza a pegar saltos, los cuales me hacen temer que pueda golpearse la cabeza con el techo, ya que el es muy alto y el techo y demás estructuras no están tan altas. Pero todo lo hace bien. Todo esto lo hace escuchando vídeos del celular y con sus audífonos. Cuando se le agota la batería acude en mi ayuda para que le preste mi celular y continuar ejercitándose. Esta actividad la realiza por una hora, y suda copiosamente. Esta modalidad la aprendió de mi, ya que en los últimos diez años, siempre me he ejercitado en la casa.
Cuando se repone del cansancio debe, y repito debe, practicar piano. Si no lo obligo abandonaría la música. Yo le digo que es una herramienta que algún día le ha de ayudar, y cuando se sienta a ejecutar el teclado en la modalidad de piano, se "desaparece" de la sala y toca bien bonito sin expresar ningún malestar por estar haciendo algo que le impongo.
Luego se baña, unas veces se tarda, otras veces lo hace mas rápido, culminando con las actividades normales, como vestirse y cenar, una cena relativamente liviana. A las once lo mando a dormir, lo cual no hace con mucha alegría por cuanto son sus horas mas creativas. Generalmente los viernes y sábado nos acostamos un poco mas tarde.
Cuando se repone del cansancio debe, y repito debe, practicar piano. Si no lo obligo abandonaría la música. Yo le digo que es una herramienta que algún día le ha de ayudar, y cuando se sienta a ejecutar el teclado en la modalidad de piano, se "desaparece" de la sala y toca bien bonito sin expresar ningún malestar por estar haciendo algo que le impongo.
Luego se baña, unas veces se tarda, otras veces lo hace mas rápido, culminando con las actividades normales, como vestirse y cenar, una cena relativamente liviana. A las once lo mando a dormir, lo cual no hace con mucha alegría por cuanto son sus horas mas creativas. Generalmente los viernes y sábado nos acostamos un poco mas tarde.
Todavía estamos en esta rutina, pero tratamos de evitar hacer exactamente lo mismo cada día para no aburrirnos (hasta ahora, la he estado pasando bien estos últimos meses, así que no hay problema).
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