Este mes de noviembre esta pasando muy rápido. En los primeros días me correspondió aplicarme la segunda dosis de la vacuna Verocell Sinopharm, de origen chino. Aun me sentía con algunos malestares fuertes que me dieron con la primera aplicación, pero aun así fui y me inyectaron la segunda dosis. Le di instrucciones a Sebastián de lo que debía hacer en caso de no regresar a casa por alguna complicación. El me preguntó a qué hora regresaría y por supuesto que no le podía dar una hora exacta ya que todo dependía, en primer lugar del tiempo de espera en el centro de vacunación y en segundo lugar que consiguiera transporte para el retorno, a sabiendas de los graves problemas que existen con el servicio, en parte por la baja rentabilidad y en parte por la disponibilidad del combustible. A Sebastián no le gustó mucho que no tuviera una hora precisa. Me fui temprano, como a las 6:30 de la mañana y le dejé listo el jugo y el café, y el debería prepararse el sándwich. Me sorprendió que a las ocho y cuarto me llamó y me dijo que ya se había levantado y que estaba preparando su desayuno, y que a qué hora regresaría. Percibí su preocupación por los efectos que la vacuna podría causarme. A las nueve y treinta ya me habían vacunado y me dirigí al banco de Venezuela y luego al terminal de transporte de la urbanización. A las 10:45 estaba en casa y encontré a Sebastián realizando sus asignaciones de la universidad, luego de haber completado sus estudios de música.
La Profesora Alba Ramos está dictando a distancia la unidad “Pintura creación y
lenguaje”. Aunque es de horario libre, la profesora quería hacer una reunión
presencial para el inicio de actividades. Los citó para una fecha, pero sin
mayores detalles suspendió la reunión indicando que había sido
intervenida quirúrgicamente. Como no llegaba el plan de trabajo, Sebastián se
lo pidió, yo le dije que así lo hiciera, porque en el semestre pasado,
inexplicablemente la profesora no lo había incluido en la nómina y cuando él
logró ubicarla en esa oportunidad, le pidió disculpas, y le mandó los dos dos
asignaciones de trabajos que ya habían sido entregados por sus compañeros. A
Sebastián le atrajo mucho la modalidad en que se haría la socialización del
trabajo, y me dijo que lo haría igual como hago yo mis participaciones vía
zoom. A mi me pareció muy buena esa iniciativa de profesora, ya que así los
estudiantes se familiarizan con esas plataformas, y la oportunidad de ver a su
docente y a sus compañeros. Me dijo que sería el día 8/11. El día domingo 7/11
amanecimos sin servicio de internet. Le di instrucciones a Sebastián de
terminar el informe y enviarlo ya que seguramente no tendríamos Internet el
lunes, y nuestra vecina cuando va al centro de las ciudades gemelas, desconecta
todo por protección en caso de falla eléctrica, tal como lo hago yo, y por lo
tanto no podríamos conectarnos. También le sugerí que le enviara un mensaje por
WhatsApp a la docente y le explicara la situación. A las 9 de la noche el envió
el trabajo y el mensaje. Luego a las once me fui a mi cuarto y no tuvimos más
contacto. Bueno pues así mismo ocurrió, cuando me levanté el día 8, no
teníamos Internet y la vecina había desconectado su sistema. Lo llamé las
9 y me dijo que la profesora le había respondido por la noche y que el Webinar
sería a la 11 am. De esta forma cuadramos la logística a fin de que
estuviera listo antes de la once para ir a buscar a alguien que nos
permitiera conectarnos a su Wifi ya que usando datos, donde
vivimos la cobertura es muy baja y lenta la navegación que no permite el uso de las aplicaciones.
Llegamos donde una vecina amiga y le pedí el favor y nos sentamos en la entrada
de su casa y el pincho el link que le había enviado la profesora y luego bajo
la aplicación de zoom. La clase no había empezado y él le escribió a la
profesora Alba que estaba listo para la clase ya que había conseguido un sitio
para conectarse. La profesora le respondió y él al leer el mensaje arrugó la
cara con mucha preocupación, y me dijo que la clase había sido a las 8 am. Se
me aceleró el corazón y le dije que le explicara a la profesora como podría recuperarse
ya que era un problema de servicio de Internet, ella cordialmente le dijo que
prepara un video y se lo enviara cuando tuviera internet. Me puse a
recriminarle por su falta de revisar bien las cosas y le pedía que me mostrara
los mensajes de profesora con las instrucciones y donde él había leído que era
a las once. Con la presión no conseguía ubicar bien el mensaje, le pedí me
diera el celular y cuando leí el intercambio de mensajes con la profesora, ella
le decía que las clase sería a la 8 pm de ese día, y no por la mañana como él
creía. Para calmarnos le compramos un bar quillón de 28 cm que vende la vecina
que nos facilitó el Wifi, y desde mi celular le hice la pago móvil, fue una
manera indirecta de agradecerle el favor a nuestra vecina y amiga.
Nos fuimos a casa y le dije que prepara un esquema para participar en el Webinar.
Así lo hizo y cuando llegó la hora de la clase, se desenvolvió muy bien. Hizo
aportes importantes e incluso se encargó de la clase, mientras se le reponía el
servicio de internet a la profesora. Mientras trabajaba el celular mantuvo su
computadora encendida con una página de Word, donde fue anotando las
observaciones de la profesora, así como las instrucciones para la nueva cita. Al
terminar le dije que registrara en su almanaque de Google el día de esta nueva
cita, pero que lo colocara unas 4 horas antes de lo pautado para que el sistema
le hiciera el recordatorio. Así trabajo yo, y así le estoy enseñando a que él
lo haga. Utilizar las herramientas, en este caso las de Google, para no fallar.
Para metodología de la investigación II, Sebastián realizó una investigación de
los contenidos asignados por la facilitadora. Luego llevo todo a PowerPoint y
realizó los ensayos para la presentación. Le envió mensaje a la docente recordándole
solicitar el equipo de Videobeam. A última hora la docente tuvo algún problema
personal y suspendió la reunión. Para las clases de Pintura IV la profesora les
organizó la presentación de una muestra, presentada por un pintor profesional y
que también es docente de UNEARTE. Le recomendé que le prestara mucha atención
a la muestra y que conversara con el artista sobre todos los aspectos de sus
técnicas usadas para la realización de sus obras. Al salir de la actividad se
le veía contento, aunque preocupado por las exigencias de la profesora con
respecto al PROYECTO ARTÍSTICO COMUNITARIO. A Sebastián lo han rotado por
varios docentes y esta profesora la ha solicitado los informes de los momentos
anteriores. Ella le dijo que no había recibido el correo que él le envió hace
dos semanas. Le dije a Sebastián que buscara en correos enviados y fuera hablar
con la profesora y le mostrara los correos. Así lo hizo y la profesora le dijo
que no había tenido tiempo de leerlos. No me gusta mucho esta situación, es como
si fueran a evaluar nuevamente lo hecho o como si dudaran de lo realizado.
Espero todo salga bien. El mismo día 13 le envió todos los informes del
Proyecto Artístico Comunitario realizados, entregados y evaluados desde el
primero al quito semestre.
Este Sábado 13 me dijo que quería descansar y que le gustaría ir a Llano Mall y
ver alguna película. El sabe que no hay servicio de transporte público, y me
repitió varias veces, si se podía. Le dije que si, Hay que tener $30 para una
salida como esa. El domingo nos dirigimos al centro comercial, cumplimos las
rutinas de dar un par de vueltas, luego nos sentamos frente a un cafetín y cada
uno se puso a realizar actividades personales. El tuvo problemas con navegación
por datos, así que le facilité mi celular que si tenía buen servicio de
Digitel. Luego dimos otro par de vueltas, previendo que estaríamos sentados
mucho tiempo en el cine. A las dos fuimos al cine y compramos la entradas y nos
dirigimos a comprar la pizza para almorzar antes de ir a la sala. Vimos
una película animada, con buen uso de la tecnología y el tema muy interesante,
prácticamente una crítica al desarrollo y uso de la inteligencia artificial,
desnaturalizando el valor de la amistad, y manipulando a niños y jóvenes por el
consumismo de esas tecnologías. Tiene un final feliz....
Por otra parte, Este mes a solicitud de la profesora Gladiz Arias de la unidad
Pintura IV realizo un informe de sus vivencias durante la pandemia. Colocare
textualmente parte del informe.
“En Marzo de 2020, La
República Bolivariana de Venezuela fue golpeada por el COVID-19, una cepa letal
proveniente de China la cual no solo afectó a estos dos países, sino al mundo
entero. Este virus solo funciona al contacto, por lo que se realizaron varios
procedimientos para prevenir el contagio (lo más que se pudo), desde
mascarillas hasta el distanciamiento social de 2 m por persona, y también lo
más importante, desinfectarse con jabón por 20 segundos las partes expuestas al
volver a casa, y eventualmente se desarrollaron vacunas que previenen contagio,
pero se aconseja mantener las normas establecidas incluso después del
proceso.
Desafortunadamente, todo esto significó que la UNEARTE (Universidad
Nacional Experimental de las Artes) fue también afectada, suspendiendo clases
por un largo tiempo… Pero eventualmente tuvimos que retomar clase de alguna
manera, y por suerte, había opciones: gracias a la existencia del teléfono, el
internet y otros aparatos tecnológicos, se podrían resumir las clases de la universidad
a través de los medios digitales como WhatsApp, Google, Facebook, etc.
Sin embargo, también tiene sus desventajas. Por un lado, los estudiantes
pueden enviar sus trabajos o socializar acerca de ellos por dichas redes
sociales. Por otro lado, algunas formas de arte no pueden depender
completamente del distanciamiento social, dado que algunos de estos trabajos
(en mi caso, la pintura) requieren de ser evaluados de forma presencial y
cercana, por lo que algunos detalles podrían escapárseles a los profesores al
evaluar cualquier obra de arte.
"Mis trabajos personales, los cuales no asignados por la universidad, no
tuvieron interrupciones o cambios. Se puede decir que los mayores efectos que
la pandemia tuvo en mis trabajos tanto personales como universitarios fue en la
adquisición de recursos y las clases presenciales, lo cual no me afectó mucho,
a pesar de ser necesario para que los profesores tengan una buena perspectiva
sobre el trabajo en cuestión.
Al comenzar la pandemia en Venezuela, mi padre y yo concluimos que
nuestras actividades de diversión se limitarían significativamente, por lo que
no salimos de la casa por un largo tiempo (algunas veces salimos para romper la
rutina, pero no siempre para evitar contagio).
En cuanto a mis experiencias con las clases de Pintura I, II y III, el
cambió fue drástico, pero no difícil de adaptarse después de un tiempo” (Original escrito por Sebastián)
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