lunes, 20 de julio de 2020

Mes de Julio 2020

Estamos casi a mediados del mes de Julio 2020. Seguimos cumpliendo religiosamente  las instrucciones del gobierno de Venezuela, para protegernos del COVID 19.  Desde el mes de Junio Sebastián ha venido recibiendo instrucciones a última hora, por parte de sus profesores de UNEARTE, en las materias que está cursando en el semestre. Algunos profesores dejaron para el final de semestre sus requisiciones, con trabajos muy largos, otros asumieron que ellos habían entregado el plan y que los estudiantes los estarían siguiendo. Para una materia con tiempo muy limitado había que hacer un video con una autocrítica de alguna pintura que ellos hubiesen hecho. Otra materia tenía que hacer un dibujo libre. Todo a enviarse por WhatsApp. Sin embargo he venido detectando que Sebastián se entretiene con NEFLIX y le lleva más tiempo hacer sus trabajos por la desviación de la concentración. Se lo venía diciendo desde hace tiempo, pero he sido muy elástico debido a la cuarentena durante la cual él no ha salido a la calle, aunque tampoco desea hacerlo. Una noche le recordé que debía revisar su página de la universidad ya que era su medio de comunicación con la institución. De pronto me llama y me dice muy nervioso que una materia le aparece retirada. Mil cosas pasaron por mi cabeza. Yo había visto un mensaje por WhatsApp que les informaban que tenían chance de retirar materias hasta un determinado día. Pensé que lo había tomado como una instrucción y lo había hecho sin saber lo que hacía. Me molesté mucho y le dije que su trabajo era estar pendiente de sus cosas, y que aun recordándole que lo hiciera, no lo hacía. Además le dije que estaba más pendiente de NEFLIX que de sus responsabilidades. Que su madre y mi persona estábamos tratando que el aprendiera  a llevar sus responsabilidades y a forjarse una actividad productiva para cuando nosotros no estuviéramos, por lo menos el tendría los recursos para pagar para que lo atendieran. Le resalté que esa materia retirada tenía tiempo en el sistema y él por no revisar a diario, no se había dado cuenta. Le dije que buscara en la página a ver si había donde enviar un correo para plantear el problema. Nos afectó a ambos el regaño. Yo le deje lista la cena y me fui a mi cuarto a respirar profundo y meditar, llegando a la conclusión calmada, que había dicho más de lo que debía decir. Muy tarde fue a mi cuarto y su rostro reflejaba angustia y preocupación, y me dijo que no había forma de comunicarse con la Universidad. Yo le dije bueno hijo repetirás esa materia que le vamos hacer. Arrugo la cara y se fue y golpeo algo con el puño. Salí y le dije que ya no se preocupara que se durmiera tranquilo. A la mañana siguiente se levantó temprano y me dijo que si yo había dormido bien, le dije que más o menos y que tenía alunas ideas para tratar de solucionar el problema. Le sugerí le escribiera a la coordinadora indicándole que le aparecía esa materia retirada y que él no lo había hecho, además que había cumplido con sus asignaciones. Igualmente le dije le escribiera al profesor y le pidiera le ayudara a resolver la situación. Bien pronto la coordinadora le respondió que esa materia la había retirado el profesor y le dio unos correos de UNEARTE en Caracas, para que planteara su problema. Sin embargo el profesor también le contestó y le dijo que había retirado la materia porque no tenía los recursos tecnológicos para comunicarse con los estudiantes y en aras de no perjudicarles su historial académico había decidido retirar la materia. Ahí se terminó el problema, y lo dejamos así por la buena intención del profesor, en especial por Sebastián que no ha repetido hasta ahora, ninguna materia. Me prometió que se iba a concentrar más en sus trabajos. 

Sobre la marcha debía prepara tres materias y en muy corto tiempo. Ya había invertido mucho tiempo haciendo una creación plástica, pero con la distracción de Netflix pues estaba atrasado. El Proyecto Artístico Comunitario tenía trabajo de campo, había que levantar una información con los líderes comunitarios, tomar fotografías y hacer un croquis del urbanismo. Luego revisar la información recolectada, organizarla y redactar un largo informe. Trabajaba unas horas en el proyecto y otras en los dibujos, y en la preparación de un guion para una autocrítica. Las últimas dos semanas trabajó de lunes a lunes, para poder cumplir con los tiempos establecidos. Algunos días estuvo hasta muy tarde la noche pero logró darle cuerpo a sus trabajos. Se empezaron a enviar por WhatsApp y por correo, los informes  preliminares, pero no hubo feedback por parte de los profesores, así que trabajó a ciegas asumiendo que estaban bien, aunque el apuro de última hora dejo entrever falta de calidad y de orientación en los trabajos. Hizo un bonito informe  del Proyecto Artístico Comunitario, en el cual hice de tutor, para suplir las lagunas que tiene el equipo de Sebastián para la elaboración del trabajo, sin ayuda del profesor, quien siempre socializa los contenidos en clase, pero que durante la cuarentena, no pudo hacerlo. Y su compañera se enfermó.

Después del 10 de julio los profesores empezaron a colocar las calificaciones en la página de UNEARTE. Una mañana luego de revisar llegó hasta donde yo estaba sentado, y con cara de tragedia me dijo: "papa habla con Cesar Ricardo para que me quite el Neflix". Le pregunte qué había pasado. Con mucha preocupación, trataba de decirme algo pero no le salían las palabras, Le dije que respirara profundo y se calmara, presentí que le había quedado alguna materia, y por eso no podía decírmelo. Cuando logró sobreponerse me dijo que había sacado doce puntos. Él sabía que esto no me iba a gustar por cuando nunca había sacado un doce en todo su record académico desde niño. Yo esperaba eso ya que él no se había concentrado en sus trabajos y se había distraído con Netflix y en alguna forma yo me confié que todo iba bien. Dada su edad, 19 años, y la responsabilidad que siempre ha tenido, no pensé que se podía concentrar tanto en otras cosas que no fueran sus materias. Le dije que se calmara y que por lo menos la había pasado, que de los errores se aprende, y que esperaba un mejor rendimiento en los próximos semestres. Se fue cabizbajo a su cuarto. Le comenté a la madre lo sucedido tanto para informarle como para compartir un poco de esta nueva experiencia de Sebastián. Me respondió por WhatsApp su disgusto porque Sebastián se estresara y que él no podía estresarse. Yo le contesté que Sebastián podía ser una persona con condición especial, pero que él estaba consciente de que había fallado en su organización. Le di como ejemplo una materia en la que sacó 18 y en la que se había concentrado 100%. La madre se calmó y entendió que él debe aprender a cumplir sus deberes y a trabajar bajo presión.

Fueron apareciendo las demás materias con un mosaico de valores, 13, 16, 18 y al final quedó una materia pendiente por calificar, la cual apareció el día 16 de julio. Nuevamente se apareció y me dijo confungido que había salido mal. 12 puntos en una materia en la que lo había visto trabajando mucho. Le pedí que abriera el correo con la intención que le escribiera al profesor que si él había cumplido con los objetivos porque había sacado tan baja calificación. En correos recibidos el profesor le había respondido a una consulta, con detalles de las tareas que debía cumplir y los valores de cada actividad. Las dos últimas y muy importantes no las hizo. Así que de broma no pierde la materia. Bueno aprobó las seis materias que cursó, y pudo haber aprobado siete, pero el profesor la retiró tal como ya lo cite anteriormente.

 


1 comentario:

  1. Honestamente, no estoy tan orgulloso de como salió este semestre, dado que no solo tuvo muchas bajas notas de lo usual, pero también hubo trabajos que olvidé que mandaron porque no revisé varias veces los mensajes que mandan (y tampoco pedí ayuda de mi papá para algunos de estos trabajos, para revisar si estaban bien o no para mejorarlos).

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