A la una y
cuarenta y cinco llegó la unidad Yutong que pertenece al gobierno, para
transportarnos. Abordamos el autobús y era una unidad nueva, full aire
acondicionado, y su respectiva música. Ocupamos los asientos de tercera edad,
aunque sobraban muchos puestos. Alcanzamos la plaza de Araure a las dos y treinta,
y nos organizaron en una fila, indicándonos que pasaríamos a penas finalizaran
con otro grupo, del cual faltaban ya pocos. En verdad todo bien organizado, y
el orden a cargo de las fuerzas armadas. Había solo un equipo de computación y
la atención no era tan rápida.
Una joven de
unos 22 años pasó llenado un formulario general. Yo le había estado preguntando
a Sebastián sobre sus datos, de manera que los recordara para la encuesta y
para cuando le tocara ir a la mesa de registro del CNE. La muchacha empezó
hacerle preguntas y el le respondía con información muy completa y ella solo
requería lo más básico. Yo no intervine y deje que se entendiera y que él
resolviera el problema de comunicación. La señorita no preparada para estos
casos hizo un comentario desafortunado sobre Sebastián, dado que no le entendía
las respuestas por tono grave de su voz, y dijo que hablaba como portugués.
Tampoco dije nada y ella terminó de llenar la información. Luego me
correspondía a mi persona, y cuando le estaba dando mi apellido, pude ver en la
planilla que había escrito el segundo apellido de Sebastián y no el primero, y
eso que él le había deletreado su primer apellido. Le hice la corrección y ella
completó mi información, para seguir avanzando con su trabajo.
Esperamos
durante mas o menos una hora, parte de ese tiempo lo pasamos viendo la gran
cantidad de Iguanas que hay en la plaza y viviendo en los árboles. Bajan a
buscar comida que la gente les da, generalmente comidas para humanos. Luego
suben hasta las ramas más altas y allí hacen sus necesidades. Más de una
persona fue sorprendida por el chorro de orinas y de excremento, causando la
risa del resto de las personas que estábamos allí. Sebastián se cansó de estar de
pie, y se santo cómodamente debajo de un árbol que estaba justo en lugar donde
hacíamos la fila. Repentinamente pegó un grito y la gente comenzó a reírse. Las
iguanas habían orinado a Sebastián. Le hice que se quitara de allí a sabiendas
que luego vendría el excremento. La orina le cayó en un brazo y el olorcito no
se dejó esperar. Saque agua potable y le ayudé a que se lavara bien la piel, y
luego saqué las servilletas para que se secara. Realmente no lo tomó tan mal ni
expresó mayor preocupación por el incidente, se lavó, se secó y continuó
tranquilo.
Por fin le
tocó pasar a la mesa de los
representantes del CNE para realizar su registro como "nuevo
votante", cuando él estaba en antesala me pasaron a mi así que le dije que
observara lo que hacía la persona que estaba delante de él para que aprendiera.
Habíamos memorizado el centro de votación que es una de las preguntas que
hacen. Lo demás información personal. Respondió bien a todo y no tuve necesidad
de asistirlo. Se levantó y le dijeron que tenía que esperar su reporte.
Mientras tanto me atendieron a mí, que mi caso era cambio de residencia, que es
el nombre técnico, por cuanto yo iba era a cambiar el centro de votación, para
uno que queda en la Urbanización donde vivimos. Nos dieron nuestro reporte de
gestión con la información que se había alimentado al sistema, y él le mostraba
a algunas personas el documento que le habían entregado. La gente se reía
sanamente. Faltaban como diez personas, así que invitamos a la señora María y a
su hijo especial, Jesús, a tomar un refrigerio en una panadería cercana.
Compramos pan saldado y Gatorade, y nos fuimos a la plaza donde si podíamos
quitarnos las mascara para comer. Arrasamos con el pan y las bebidas y
recuperamos fuerzas para esperar ir a casa en el transporte que nos había suministrado
el gobierno.
Llegamos a
nuestra casa como a las cuatro de la tarde. Antes de hacer el almuerzo le
pregunte que había entendido de la actividad que habíamos hecho hoy. Ya yo le
había tocado el tema la noche anterior, así que una vez culminada la actividad,
quise reforzar el aprendizaje. Dudo un poco, entonces le fui haciendo preguntas,
¿cuál derecho adquieres cuando cumples 18 años?, ¿cuál deber debes cumplir para
ejercer tu derecho? y así aclaró y consolidó el conocimiento de la actividad
que habíamos realizado.
Cuando
nació, tuvo que ser sometido a radiaciones para bajar su bilirrubina, en el
Seguro Social; cuando pasa a la vida pública como nuevo votante, lo orino una
iguana, que rápido pasó el tiempo entre los 0 y los diecinueve años. Por eso
este Spot: Del Seguro Social hasta el CNE 19 años.